El flujo oculto del mundo de la encriptación: la disputa legal entre FTX y Three Arrows Capital
El campo de las encriptaciones de moneda digital vuelve a agitarse. El 23 de junio, el equipo de liquidación de FTX presentó un documento importante ante el tribunal, negando la reclamación de 1,530 millones de dólares de Three Arrows Capital (3AC), y sugiriendo al juez que la desestimara por completo. Este movimiento ha intensificado nuevamente el conflicto que ha durado años, con dos gigantes de la encriptación en quiebra enfrentándose ferozmente en la corte, y ha abierto una nueva página en uno de los eventos más controvertidos de la historia de la encriptación.
Para comprender en profundidad este complejo juego legal, primero necesitamos conocer a tres personajes clave y la historia detrás de ellos.
Primero está Sam Bankman-Fried (SBF), el fundador del imperio FTX. Antes del colapso en 2022, se le consideraba el salvador del mundo de la encriptación, muy admirado por los medios de comunicación y la política. Sin embargo, cuando su imperio se derrumbó, la gente se dio cuenta de que detrás de este "genio" había un gran engaño, y finalmente fue condenado a 25 años de prisión.
En segundo lugar, están los dos fundadores de Three Arrows Capital, Su Zhu y Kyle Davies. Son conocidos por sus estrategias de inversión agresivas y su gran apalancamiento, pero cuando el mercado se dio la vuelta, su "mito" se desmoronó y la empresa se declaró en quiebra rápidamente. Después de la quiebra, los dos emprendieron una fuga global, uno fue capturado en Singapur y el otro sigue prófugo en Dubái.
El tercero es John J. Ray III, un experto en bancarrotas con mucha experiencia. Ha manejado uno de los casos de fraude más grandes en la historia de Estados Unidos: la liquidación de Enron. Cuando asumió el desastre de FTX, incluso este experimentado experto quedó sorprendido, afirmando que era el caso más grave de falta de control administrativo y de información financiera que había encontrado en su carrera.
En 2022, el tsunami del mercado de encriptación provocado por el colapso de Terra/LUNA, devoró primero a Three Arrows Capital, que tenía un alto apalancamiento. En los meses siguientes, el aparentemente indestructible FTX también colapsó repentinamente, revelando un impactante fraude de miles de millones de dólares.
Hoy, en el tribunal de quiebras de Delaware, estos dos gigantes en quiebra están en una disputa por una deuda de 1.530 millones de dólares. La parte de Three Arrows acusa a FTX de haber realizado una liquidación indebida justo antes de su quiebra, apropiándose ilegalmente de sus activos. FTX, por su parte, refuta que las reclamaciones de Three Arrows son infundadas y que solo están cumpliendo con sus deberes normales de gestión de riesgos.
Para desentrañar la verdad de este complejo caso, necesitamos volver al turbulento verano de 2022 y profundizar en los hechos que han sido ocultados intencionadamente.
En la corte, los abogados de ambas partes presentaron versiones completamente diferentes. Por un lado, FTX afirmó que eran los "guardianes de la plataforma" cumpliendo con su deber, mientras que Three Arrows describió un escenario de "persecución conspirativa".
La narrativa de FTX enfatiza que advirtieron en múltiples ocasiones sobre el margen adicional de Three Arrows, pero la otra parte no solo hizo caso omiso, sino que también retiró una gran cantidad de activos de cuentas que ya eran peligrosas. Ante este comportamiento, FTX declaró que no tenían otra opción que proceder con el cierre forzoso de acuerdo con las regulaciones.
En comparación, la historia de Three Arrows es dramática. Afirman que al hacerse cargo de la empresa, encontraron la oficina hecha un desastre y casi no había registros útiles. Después de un arduo proceso de recopilación de pruebas, finalmente descubrieron que durante lo que FTX denominó "liquidación", casi se había eliminado por completo un valor de 1,530 millones de dólares en activos de la cuenta de Three Arrows.
Sin embargo, la verdad es mucho más compleja de lo que parece a simple vista. El punto de inflexión clave provino del testimonio de Caroline Ellison, exnovia de SBF y directora de Alameda Research. Ella reveló que, justo en la misma semana en que FTX liquidó los activos de Three Arrows, Alameda también sufrió un duro golpe debido al colapso de Terra, enfrentándose a enormes pérdidas y presión por deudas.
Lo que es aún más sorprendente es que Ellison admitió que, bajo las órdenes de SBF, "tomó prestados" miles de millones de dólares de los fondos de los clientes de FTX a través de un "portal secreto" para llenar el agujero de Alameda. Esta revelación ha socavado por completo la imagen de FTX como un "ejecutor justo", revelando que dentro de ella se está llevando a cabo un fraude a gran escala.
Los datos de blockchain respaldan aún más esto. El análisis muestra que, durante el colapso de Three Arrows, Alameda transfirió una gran cantidad de tokens FTT a FTX, lo que equivale a canjear "tokens internos" que tenían casi ningún valor real por activos reales de los clientes.
Juntando estos fragmentos, emerge una imagen más clara: la liquidación de Three Arrows por parte de FTX no es simplemente una gestión de riesgos, sino más bien una desesperada acción de "autoayuda". Al liquidar a un contraparte de gran tamaño como Three Arrows, FTX no solo obtuvo la liquidez tan necesaria, sino que también intentó estabilizar la confianza del mercado a través de un "ejemplo" para ocultar la ya precaria situación en la que se encontraba.
Desde una perspectiva más macro, la disputa entre FTX y Three Arrows parece ser una repetición de la crisis financiera de 2008. El problema central de ambos radica en la incapacidad de aislar efectivamente los activos de los clientes, convirtiendo a los clientes de propietarios de activos en acreedores no garantizados de la plataforma. Esta práctica no solo viola las reglas más básicas de la industria financiera, sino que también incrementa enormemente el riesgo sistémico.
Al final, la disputa de 1,500 millones de dólares no revela simplemente un problema de incumplimiento, sino un juego de supervivencia desnudo. Three Arrows Capital es sin duda un apostador imprudente, pero FTX también está lejos de ser una víctima inocente. Es un estafador que ya está en estado terminal, pero que oculta sus propios problemas sacrificando a sus oponentes.
Este caso demuestra una vez más que cuando un sistema carece de regulación efectiva y transparencia, y cuando el ideal de "descentralización" se convierte en una adoración ciega hacia unos pocos "grandes", aquí no hay verdaderos héroes, solo diferentes formas de depredadores. La "batalla de los muertos" entre FTX y Three Arrows es solo una repetición de las innumerables historias de codicia de Wall Street a lo largo de un siglo en el mundo de la encriptación.
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NftMetaversePainter
· 08-02 07:25
solo otro ponzi en quiebra comiendo otro ponzi en quiebra, para ser honesto
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StakeOrRegret
· 08-01 16:55
El tambor roto recibe golpes de mil hombres.
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ChainComedian
· 08-01 02:04
Otra gran obra de teatro en el mundo Cripto.
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SmartContractPhobia
· 07-31 10:32
La quiebra de la quiebra se contraataca, me muero de risa.
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LightningPacketLoss
· 07-31 10:32
¿Se ha conectado la nariz a la regleta? ¿Qué más compensación se necesita?
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ChainWatcher
· 07-31 10:31
Ay, otro grupo de colapsados está mordiendo.
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ArbitrageBot
· 07-31 10:20
Divertido, SBF y Three Arrows ya se han declarado en quiebra, pero aún están aquí peleando, jaja.
FTX rechaza la demanda de 1.53 mil millones de dólares de Three Arrows Capital, la disputa legal entre los gigantes de la encriptación se intensifica.
El flujo oculto del mundo de la encriptación: la disputa legal entre FTX y Three Arrows Capital
El campo de las encriptaciones de moneda digital vuelve a agitarse. El 23 de junio, el equipo de liquidación de FTX presentó un documento importante ante el tribunal, negando la reclamación de 1,530 millones de dólares de Three Arrows Capital (3AC), y sugiriendo al juez que la desestimara por completo. Este movimiento ha intensificado nuevamente el conflicto que ha durado años, con dos gigantes de la encriptación en quiebra enfrentándose ferozmente en la corte, y ha abierto una nueva página en uno de los eventos más controvertidos de la historia de la encriptación.
Para comprender en profundidad este complejo juego legal, primero necesitamos conocer a tres personajes clave y la historia detrás de ellos.
Primero está Sam Bankman-Fried (SBF), el fundador del imperio FTX. Antes del colapso en 2022, se le consideraba el salvador del mundo de la encriptación, muy admirado por los medios de comunicación y la política. Sin embargo, cuando su imperio se derrumbó, la gente se dio cuenta de que detrás de este "genio" había un gran engaño, y finalmente fue condenado a 25 años de prisión.
En segundo lugar, están los dos fundadores de Three Arrows Capital, Su Zhu y Kyle Davies. Son conocidos por sus estrategias de inversión agresivas y su gran apalancamiento, pero cuando el mercado se dio la vuelta, su "mito" se desmoronó y la empresa se declaró en quiebra rápidamente. Después de la quiebra, los dos emprendieron una fuga global, uno fue capturado en Singapur y el otro sigue prófugo en Dubái.
El tercero es John J. Ray III, un experto en bancarrotas con mucha experiencia. Ha manejado uno de los casos de fraude más grandes en la historia de Estados Unidos: la liquidación de Enron. Cuando asumió el desastre de FTX, incluso este experimentado experto quedó sorprendido, afirmando que era el caso más grave de falta de control administrativo y de información financiera que había encontrado en su carrera.
En 2022, el tsunami del mercado de encriptación provocado por el colapso de Terra/LUNA, devoró primero a Three Arrows Capital, que tenía un alto apalancamiento. En los meses siguientes, el aparentemente indestructible FTX también colapsó repentinamente, revelando un impactante fraude de miles de millones de dólares.
Hoy, en el tribunal de quiebras de Delaware, estos dos gigantes en quiebra están en una disputa por una deuda de 1.530 millones de dólares. La parte de Three Arrows acusa a FTX de haber realizado una liquidación indebida justo antes de su quiebra, apropiándose ilegalmente de sus activos. FTX, por su parte, refuta que las reclamaciones de Three Arrows son infundadas y que solo están cumpliendo con sus deberes normales de gestión de riesgos.
Para desentrañar la verdad de este complejo caso, necesitamos volver al turbulento verano de 2022 y profundizar en los hechos que han sido ocultados intencionadamente.
En la corte, los abogados de ambas partes presentaron versiones completamente diferentes. Por un lado, FTX afirmó que eran los "guardianes de la plataforma" cumpliendo con su deber, mientras que Three Arrows describió un escenario de "persecución conspirativa".
La narrativa de FTX enfatiza que advirtieron en múltiples ocasiones sobre el margen adicional de Three Arrows, pero la otra parte no solo hizo caso omiso, sino que también retiró una gran cantidad de activos de cuentas que ya eran peligrosas. Ante este comportamiento, FTX declaró que no tenían otra opción que proceder con el cierre forzoso de acuerdo con las regulaciones.
En comparación, la historia de Three Arrows es dramática. Afirman que al hacerse cargo de la empresa, encontraron la oficina hecha un desastre y casi no había registros útiles. Después de un arduo proceso de recopilación de pruebas, finalmente descubrieron que durante lo que FTX denominó "liquidación", casi se había eliminado por completo un valor de 1,530 millones de dólares en activos de la cuenta de Three Arrows.
Sin embargo, la verdad es mucho más compleja de lo que parece a simple vista. El punto de inflexión clave provino del testimonio de Caroline Ellison, exnovia de SBF y directora de Alameda Research. Ella reveló que, justo en la misma semana en que FTX liquidó los activos de Three Arrows, Alameda también sufrió un duro golpe debido al colapso de Terra, enfrentándose a enormes pérdidas y presión por deudas.
Lo que es aún más sorprendente es que Ellison admitió que, bajo las órdenes de SBF, "tomó prestados" miles de millones de dólares de los fondos de los clientes de FTX a través de un "portal secreto" para llenar el agujero de Alameda. Esta revelación ha socavado por completo la imagen de FTX como un "ejecutor justo", revelando que dentro de ella se está llevando a cabo un fraude a gran escala.
Los datos de blockchain respaldan aún más esto. El análisis muestra que, durante el colapso de Three Arrows, Alameda transfirió una gran cantidad de tokens FTT a FTX, lo que equivale a canjear "tokens internos" que tenían casi ningún valor real por activos reales de los clientes.
Juntando estos fragmentos, emerge una imagen más clara: la liquidación de Three Arrows por parte de FTX no es simplemente una gestión de riesgos, sino más bien una desesperada acción de "autoayuda". Al liquidar a un contraparte de gran tamaño como Three Arrows, FTX no solo obtuvo la liquidez tan necesaria, sino que también intentó estabilizar la confianza del mercado a través de un "ejemplo" para ocultar la ya precaria situación en la que se encontraba.
Desde una perspectiva más macro, la disputa entre FTX y Three Arrows parece ser una repetición de la crisis financiera de 2008. El problema central de ambos radica en la incapacidad de aislar efectivamente los activos de los clientes, convirtiendo a los clientes de propietarios de activos en acreedores no garantizados de la plataforma. Esta práctica no solo viola las reglas más básicas de la industria financiera, sino que también incrementa enormemente el riesgo sistémico.
Al final, la disputa de 1,500 millones de dólares no revela simplemente un problema de incumplimiento, sino un juego de supervivencia desnudo. Three Arrows Capital es sin duda un apostador imprudente, pero FTX también está lejos de ser una víctima inocente. Es un estafador que ya está en estado terminal, pero que oculta sus propios problemas sacrificando a sus oponentes.
Este caso demuestra una vez más que cuando un sistema carece de regulación efectiva y transparencia, y cuando el ideal de "descentralización" se convierte en una adoración ciega hacia unos pocos "grandes", aquí no hay verdaderos héroes, solo diferentes formas de depredadores. La "batalla de los muertos" entre FTX y Three Arrows es solo una repetición de las innumerables historias de codicia de Wall Street a lo largo de un siglo en el mundo de la encriptación.